Los hijos de Dios en tiempos de estrés

Salmo 11 y una reflexión de la mano de Timothy Keller

 
En el Señor hallo refugio.
¿Cómo, pues, se atreven a decirme:
«Huye al monte, como las aves»?
Vean cómo tensan sus arcos los malvados:
preparan las flechas sobre la cuerda
para disparar desde las sombras
contra los rectos de corazón.
Cuando los fundamentos son destruidos,
¿qué le queda al justo?
El Señor está en su santo templo,
en los cielos tiene el Señor su trono,
y atentamente observa al ser humano;
con sus propios ojos lo examina.
El Señor examina a justos y a malvados,
y aborrece a los que aman la violencia.
Hará llover sobre los malvados
ardientes brasas y candente azufre;
¡un viento abrasador será su suerte!
Justo es el Señor, y ama la justicia;
por eso los íntegros contemplarán su rostro.
— Salmo 11 NVI
 
Salmo 11 en el Salterio de Utrecht, Siglo IX

Salmo 11 en el Salterio de Utrecht, Siglo IX

 

Siempre que estamos en situación difíciles debemos acudir a los Salmos. Ellos tienen una medicina para todo. Ellos tienen la capacidad de representar todas las situaciones humanas.

 

Hay varios salmos que hablan del miedo y de cual debe ser la respuesta del cristiano. Uno corto pero muy poderoso es el Salmo 11. 

 

Este es un Salmo de David. En el podemos ver la interacción entre David y sus consejeros. Podemos ver que estaban en una situación de estrés y el consejo que le daban a David representaba la misma voz de pánico que podemos escuchar en los consejos de muchas personas en la actualidad. Según la poca información que tenemos sobre este Salmo, parece que hay una infiltración de algún enemigo, y los fundamentos (versículo 3) han sido derrumbados. En el versículo 3, la palabra “fundamentos” se refiere al orden social. Es decir, cuando la vida ordinaria se ha destruido; cuando lo que conocemos como “vida normal” se ha interrumpido. Justo como lo que vivimos hoy.  

 

Si David huye, como sus consejeros recomiendan en el versículo 1, todo se pondrá peor. No obstante, David no entra en pánico, y en los versículos 4-7 nos da las razones y algunas recomendaciones que serán luz para el cristiano en medio de este tiempo de estrés: 

 

1.     Necesitamos dejar de gobernar 

  • En el versículo 4, David marca un contraste inmenso con el consejo de sus allegados. No entra en pánico, sino que sabe que Dios es Él que esta reinando, está “sentado en su trono”.

  • Los creyentes suelen citar “. . . todas las cosas nos ayudan a bien” en momentos de tragedia. Hay momentos claros en la vida en los que claramente podemos pensar ¿Cómo algo bueno puede venir de esto? 

  • Este principio nos enseña que El Señor está gobernando y no nosotros. Queremos que Dios gobierne, pero no queremos soltar el control. Queremos que Él gobierne, pero creemos que lo va a hacer mal y que necesitamos supervisarlo. Queremos soltar el gobierno, pero no podemos con la ansiedad. 

  • En tiempos como estos, llenos de estrés y angustia, debemos aprender que Jehová es el Rey por excelencia. 

 

2.     Necesitamos tomar el examen

  • Eso no es todo, también necesitamos tener la capacidad de aprender lo que cada prueba nos trae. Necesitamos ser honestos con lo que sentimos, reprimir nuestros sentimientos con un “Dios tiene un plan” no va a ayudarnos a recibir la lección de la prueba. Validar nuestros sentimientos es parte importante del proceso de aprendizaje. También, necesitamos saber lo que Dios quiere probar a nosotros. Job y Jonás aprendieron, a través del sufrimiento, la lección que Dios les quería enseñar. 

  • La lección comunitaria que Dios quiere que aprendamos es que Él es lo mas grande que hay en nuestro mundo: que Él es lo único que perdurará para siempre. 

 

3.     Necesitamos buscar Su rostro 

  • Buscar Su rostro no significa únicamente leer la Biblia, sino intimidad con Él. Experimentar su realidad. Lutero hablaba todo el tiempo de la importancia de la meditación. El recomendaba tomar un versículo y leerlo hasta experimentar la realidad de Dios. 

  • En el tiempo de David, solo el sumo sacerdote podía entrar a su presencia, el pecado de la gente había creado una barrera. Jesús vino y se presentó como alguien que ha roto las barreras y ahora sirve como puente, como sumo sacerdote. Ahora podemos confiados venir a su presencia, buscar su rostro y experimentar su realidad. 

 

No es tiempo de pánico. No es tiempo de huir a los montes. Es tiempo de recordar quien es Dios.  

 

Para escuchar la reflexión de Timothy Keller, hacé clic acá.