Me gustaría invitarte a leer conmigo los evangelios de Jesucristo en los primeros 40 días del año. Vamos a dejar que sea Jesús quien moldea nuestra imaginación. Dejemos que sus enseñanzas den forma a nuestros corazones, que su compasión sea la justa medida de toda interacción humana y que su sacrificio y posterior resurrección sean la meta para nuestras vidas.